Nosotros como gestores o gerentes, somos responsables de crear un buen equipo,… somos responsables de lo que hacen y cómo lo hacen, tenemos que ser capaces de motivarlos, de conducirlos, de dirigirlos hacia el objetivo común….en definitiva preocuparnos desde cerca por nuestra gente. Esto es lo que se llamaría buena gestión de tu personal y tener capacidad de liderazgo.
aunque sea una quimera, nos tenemos que convertir en líderes de nuestra gente, para que ellos vean nuestro objetivo como el suyo propio. Tenemos que ser capaces de integrar al equipo en el proyecto común, con ilusión con respeto y hacer que el equipo crea en nosotros y todos en el proyecto.
Nuestros empleados deben saber que siempre estaremos ahí para ayudarles, formarles en lo que les falte, apoyarles y que sean conscientes que les haremos crecer como profesionales. Cada uno tiene una parcela de trabajo especializado, como una cadena de montaje, y todos son igual de importantes.
Según Jorge M. Ramallo Consultor de Restauración, y en publicación de la revista de internet, gestión de restaurantes, nos comenta:
“…Hay personas que se distinguen entre todas las demás, no por su talento innato o su conocimiento técnico, sino por su capacidad de inspirar a otros, de soñar y convertir sus sueños en realidad, de generar pasión y energía en todo lo que hacen y transmitirla a las personas que les rodean.
Existe una enorme diferencia entre ser líder y ser un jefe, que se limita a cumplir directivas superiores y buscar que las personas de su alrededor hagan lo requerido. El líder es alguien respetado, admirado y seguido por su equipo de colaboradores. Él construye las mejores condiciones para que su organización avance, dando siempre el ejemplo, y poniendo en práctica proyectos de principio a fin. Él sabe interpretar lo que pasa dentro y fuera de la empresa, y logra, por medio de una visión emprendedora y su capacidad de gestión, convertirse él y a su compañía en los más competitivos del mercado. Un líder se distingue por que crea el futuro, promueve y encauza los cambios en su vida y en la organización en la que trabaja, es sociable, promueve su crecimiento y el de las personas que lo rodean, es tolerante, flexible y asume riesgos….”
Esto nos viene a dar una idea clara de lo que podría ser un líder, una persona que enseña a tener confianza en sí mismos a todo el grupo y les ayuda a ser mejores profesionales día a día, y que, gracias al esfuerzo de todo el equipo, tienen total convicción de la consecución de objetivos.
Dirigir un grupo de personas implica acercarse también a los establecimientos, estar ahí,… si nuestro equipo ve que no estamos disponibles, no les podremos acercar a nuestros objetivos. Tampoco significa hacer el trabajo de otros, cada uno debe asumir su parte de actuación y responsabilidad.
El líder es el entrenador del equipo que los prepara para que sean los mejores en el campo, pero que jugarán igual de bien o mejor hasta cuando el entrenador no esté.
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